miércoles, noviembre 29, 2006

El limite entre Dios y el hombre aveces es infinito otras veces minusculo, pero cuando Dios coge su pincel los limites se acaban, a El le gusta pintar el cielo, le gusta jugar con las nubes, le gusta mostrarnos en cada instante su perfeccion, desde esa sonrisa hasta este cielo pintado de El.
pd. foto de bogotá en un atardecer de noviembre , cortesia de MARCHELAAAA, Gracias.